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Críticas de los accionistas a la remuneración del consejo

Los sindicatos reclaman más aportaciones al fondo de pensiones de los empleados Quejas por los dividendos y por las relaciones del banco con la industria de Defensa

Europa Press

Frente al Palacio Euskalduna de Bilbao, donde se celebraba la junta de accionistas del BBVA, decenas de trabajadores de Tubos Reunidos (TR) protestaban contra el banco, al que reclamaban apoyo para solventar la crisis en la que está inmersa el fabricante de tubos sin soldadura. La entidad es un accionista histórico de la siderúrgica vasca, donde controla el 14,87 % de su capital, la única participación industrial del grupo financiero.

Dentro del Euskalduna, las críticas eran de otro signo, La mayor parte de los accionistas que tomaron la palabra fueron representantes sindicales. Todos coincidieron en sus ataques a las altas retribuciones de los miembros del consejo de administración y del equipo directivo.

Carmen García, de la Confederación Intersindical Galega, habló explícitamente de "238 privilegiados". Y se quejó que la entidad cambie parte de las pagas extras por retribución variable en función de los objetivos de negocio conseguidos.

Por su parte, José Miguel González Ocaña se quejó de que las aportaciones al fondo de pensiones de los empleados están "congeladas desde el siglo pasado" en torno a los 541 euros al año de medio por trabajador. Raquel Puig, de la central SET, pidió una conciliación real para las empleadas que son madres. Aitor Garaiyurrebaso, del sindicato vasco ELA-STV, reclamó a Francisco González que explicará cómo recortará plantilla por la nueva organización digital, que eliminará personal de las sucusales.

Entre los accionistas minoritarios, el exempleado Paulino García lamentó que BBVA tiene la misma capitalización bursátil de hace 20 años cuando la del Banco Santander ha crecido un 80 % en el mismo periodo. Fermín Fernández se quejó del dividendo, mientras que Carla Liébana y María de Yuc protestaron por la relación de la entidad con los fabricantes de armas.

En el turno de respuestas, Francisco González señaló que no solo no se recorta plantilla , sino que se aumenta, en concreto 20.000 nuevos empleados en 2017, de ellos 1.500 especializados en tecnologías de la información.

La transformación al escenario digital traerá "sacrificios a corto plazo que no vamos a poder evitar para consolidar el futuro", según el presidente del banco. Reconoció, sobre las protestas en la relación con la industria armamentística, que en este aspecto "tienen razón muchas veces", pero que las armas también sirven para defender los derechos humanos.

En el tema de las remuneraciones a consejeros y directivos, Francisco González recordó que fue la propia junta de accionistas, en su encuentro de 2017, la que ratificó al 95 % el actual sistema de retribución.

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