Frente a Snap, Banxico

En febrero de 2009 Rihanna, la famosa cantante, fue golpeada por su novio Chris Brown, por eso fue que la estrella musical decidió asestarle un golpe cercano a los mil millones de dólares a SnapChat, la red social que tiene amplia aceptación entre menores de 25 años. La razón de Rihanna está plenamente justificada y es que la red social emitió una campaña de juego titulado: Would you rather?, algo así como ¿tú preferirías?, y el planteamiento era darle un bofetón a Rihanna o darle un golpe a Chris Brown, obviamente Rihanna despotricó en contra de SnapChat por hacer mofa de la violencia doméstica y pidió a sus seguidores de Instagram, que son 61 millones, que borraran la aplicación, lo que se borró fue 4% del valor de capitalización de mercado de Snap. La aplicación obviamente canceló la publicidad y pidió perdón. Hace varias semanas la productora de cine Weinstein, que fundó el director de cine Harvey Weinstein, se declaró en bancarrota luego de que se hundieron sus perspectivas financieras ante el escándalo que suscitaron las acusaciones de abuso sexual en contra del director. En otro caso muy reciente el presidente de la Academia detrás del Óscar es investigado por tres acusaciones de acoso sexual, pero el problema no pertenece exclusivamente a la industria cinematográfica, en el Bank of America han despedido a varios ejecutivos por acoso sexual y siguen las investigaciones, Microsoft despidió a 20 empleados el año pasado por la misma razón, Uber revisó a fondo su cultura luego de que una ingeniera denunció en un blog discriminación por género, el problema está extendido. En la semana que termina también se dio a conocer que varios bancos en Reino Unido le pagan menos a las mujeres. Por ejemplo, HSBC les pagó en promedio 59% menos a las mujeres que a los hombres, Goldman Sachs 36% menos, el asunto fue revelado por la legislación británica que exige que las compañías publiquen la comparación de salarios entre hombres y mujeres. En México se han dado algunos pasos como la medida que impulsó como subsecretaria de Hacienda Vanessa Rubio, con el objetivo de que las empresas públicas se encuentren obligadas a informar cuántas mujeres conforman sus Consejos de Administración.

En cuanto al acoso sexual, no hemos visto tantos casos, la intuición me dice que debe ser porque el problema es más grande y a diferencia de las empresas anglosajonas no hay mecanismos que garanticen seguridad en la denuncia de este tipo de situaciones. No obstante, las compañías mexicanas no deben esperar las denuncias, demandas o regulaciones, pueden hacer esfuerzos proactivos, pueden apoyar a entidades como Dalia Empower, de Gina Diez Barroso y Beatriz Gasca, foros como el Women’s Forum, que impulsa en México Lourdes Berho, por mencionar sólo algunos esfuerzos.

También hay otros caminos concretos como la certificación EDGE, que es un estándar de negocios en cuanto a la equidad de género que analiza el balance de ésta en las estructuras de la organización, también revisa las diferencias inexplicables en compensación entre hombres y mujeres, un marco de políticas y prácticas, así como una cultura inclusiva. El Banco de México, por ejemplo, se ha convertido en la primera entidad de política monetaria en el mundo en recibir la certificación en su fase Assess. El distintivo Assess implica que Banxico ha hecho un compromiso público para lograr un fuerte balance de género en la formación de talento, en el pago equitativo, así como un marco de referencia sólido de políticas de equidad de género y también una cultura de ambiente de trabajo inclusivo. La segunda fase a la que seguramente avanzará el banco central de nuestro país es alcanzar logros significativos en estas áreas, lo que le dará la designación Move y finalmente tendrá que llegar Lead lo que implica que ha logrado conseguir tener un buen resultado en todas las métricas mencionadas. En entidades o empresas con la certificación Lead decisiones y campañas como la de SnapChat, que le costó más de 800 millones de dólares a la red social, probablemente no ocurrirían porque no habrían sobrevivido la cadena de toma de decisiones de una empresa con fuertes indicadores de equidad de género. Frente a la tontería e insensibilidad de SnapChat la sobriedad y EDGE del Banco de México.