Salo Grabinsky

Del verbo emprender

Salo Grabinsky

21 Abr, 2018

Redes sociales en problemas

El joven emprendedor Mark Zuckerberg, creador de Facebook y de otros instrumentos para comunicar a miles de millones de personas en todo el órbe, está metido en serios problemas. Él mismo lo admite en una carta reciente al Congreso de Estados Unidos y, por ende a otros países, notablemente a la Comunidad Europea y, por supuesto a México y Latinoamérica.

Su falta de control sobre ese monstruo, aunado a la de otros gigantes como Google, Yahoo, Amazon y Twitter entre otros es algo grave, pero no sólo para gobiernos y proveedores de contenidos y programas, como las famosas apps. sino para nosotros los ciudadanos de a pie, los niños y jóvenes y, por supuesto, las empresas de todo tipo.

Cuando estuvimos en China mi esposa y yo, sufrimos restricciones a redes sociales, como Facebook y Google, según recuerdo. Lo lamentamos mucho, aunque el programa de WhatsApp que sí funcionaba parcialmente nos fue indispensable sobre todo para comunicarnos y mandar información médica tras su accidente en Shanghái. Ahora entiendo su política restrictiva y por supuesto la condeno, pero hay algo de lógica para mantener a la población china bajo su estricto control.

No los quiero asustar con el petate del muerto, pero, ahora sí, la predicción de
Aldous Huxley de que el big brother is watching (estamos bajo la lupa todos) es una realidad incontrovertible. Todas esas maravillas a las que nos hemos acostumbrado con la internet, los chats de los celulares, fotos y demás artilugios son, siento decirlo, instrumentos de análisis de nuestra personalidad, gustos, fobias y, sobre todo nuestra toma de decisiones tan sencillas como hábitos de compra, volumen de éstas y, todo tipo de inclinaciones ideológicas, religiosas, sexuales y opinión sobre  lo que vivimos diariamente. No sólo eso, al estar en línea o suscritos invitamos el escrutinio por parte de terceras personas e instituciones a nuestros “amigos” y conocidos. Las consecuencias varían desde superficiales y sin efectos mayores, a verdaderas incursiones en nuestra vida e intimidad, obviamente sin nuestra autorización.  Así de fácil.

Por otro lado, los malosos proveedores de fake news, mentiras y distorsiones han hecho su agosto en numerosos países y México es uno de ellos. Esta campaña electoral va a tener una enorme relevancia y, les puedo apostar, van a recibir, como yo, una andanada de mentiras, mezcladas con seudonoticias y va a ser notablemente difícil poder diferenciar lo real de lo malintencionado. ¿Qué hacer?

En primer lugar ya estamos casi todos metidos en este mundo global de redes sociales y sus beneficios son indudables, pero lo bueno de la tecnología debe ser revisado y FILTRADO a través de comunicadores de prestigio y seriedad, evitar decires y rumores o corroborarlos por varias fuentes. El amarillismo, la compra de anuncios y medios masivos no se detendrá, pero hay que usar nuestro razonamiento. Yo opto por no opinar sobre política, continuando con mis áreas de especialización. Mucho ojo y criterio, amigos lectores.

 

Síguenos en Twitter @DineroEnImagen y Facebook, o visita nuestro canal de YouTube