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En las últimas dos semanas hemos hablado largo y tendido de que la corrección desde los 13.800 hasta los 9.800 dólares, aunque violenta, encajaba dentro de los parámetros normales.
En las últimas dos semanas hemos hablado de que las caídas desde la zona de los aproximadamente $14.000 hasta los $9.800 no significaban nada, que encajaban dentro de los parámetros normales. Acción-fase de reacción. ¿O ya no nos acordamos de que en diciembre este cotizaba en los $3.100? Qué menos que una rápida corrección tras subir en pocos meses un 350%. Lo realmente importante es que seguimos teniendo impecables mínimos y máximos crecientes, por no hablar del importante volumen de negociación que este presenta desde hace meses. Se diría que todo apunta a que, en breve, se ataque la resistencia de los $13.800 y por encima, en teoría, ya no hay nada hasta los máximos históricos que marcó el futuro del subyacente en su primer día de cotización (18 de diciembre de 2017), en los $20.650. Por abajo, por el lado de los soportes, tenemos los $9.805. Sí, ya sé que está muy lejos. Pero este es el que es, y se trata del último mínimo creciente o mínimo de reacción.
Sin hacer mucho ruido la dominancia del bitcoin (su peso respecto del total de las criptodivisas) continúa, poco a poco, incrementándose: actualmente es del 65%.
