Las ganancias que acumulamos son importantes, por cuando adoptamos largos hace ya mucho tiempo en el ‘hermano menor’ del oro. Pero a lo que nos debemos ceñir ahora, más allá del corto plazo, es en el hecho de que desde los mínimos de noviembre tenemos impecables mínimos y máximos crecientes. Y así no se cae.
Es más, se diría que tras una corrección/ajuste proporcional de las importantes subidas de mediados-finales de julio lo normal es que el precio se tome un respiro (fase de reacción). Por arriba, por el lado de las resistencias, tenemos la parte alta del canal alcista que está tratando de dejar atrás y, por encima, la zona de los 18,50-18,65 dólares hacia los que parece dirigirse: en los 18,65 dólares.
