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Boris Johnson se enfrenta a uno de los momentos más cruciales desde que accedió al cargo de primer ministro el pasado mes de julio. El 'súper sábado' que tiene lugar en el Parlamento británico, donde se celebra una sesión extraordinaria para votar el acuerdo del Brexit cerrado por el 'premier' con la Unión Europea este jueves 'in extremis', promete emociones fuertes. Y es que puede que a Johnson no le salgan las cuentas para sacarlo adelante.

"Necesitará un milagro". Esa es la idea que más se repite en los comentarios de los analistas financieros, que no esconden su pesimismo sobre esta cita histórica en Westminster (la última sesión en sábado fue en 1982, cuando se votó la incursión argentina en las Islas Malvinas). En total, hay 639 diputados con derecho a voto, del total de 650 escaños, porque los siete diputados del Sinn Fein de Irlanda del Norte no ocupan sus sillones y el 'spraker' y los tres miembros de la mesa del presidente de la Cámara no votan. Johnson solo necesita 320, los que le permitirían sumar mayoría simple, para conseguir el respaldo del Parlamento al acuerdo del Brexit, aunque la calculadora echa humo y los números no cuadran.

Y no lo hacen por la negativa de los aliados del 'premier', los unionistas norirlandeses (DUP), que mantienen su bloqueo al texto al no compartir los términos acordados sobre la frontera irlandesa. De hecho, uno de los diez diputados del DUP, Sammy Wilson, aseguraba este viernes en una entrevista en la BBC que no solo votarán en contra, sino que alentarán al resto de parlamentarios a hacer lo mismo porque el acuerdo impactará negativamente en la unidad de Reino Unido. "Votar eso no será el final del juego. De hecho, probablemente abrirá una serie de posibilidades para el Gobierno después de unas elecciones que no están disponibles ahora mismo", remarcó.

También los tres principales partidos de la oposición han dicho que lo rechazarán, por lo que Johnson tiene más papeletas para fracasar que para triunfar este sábado pese a sus intentos por presionar a la Cámara de los Comunes. "Tenemos un genial nuevo acuerdo que recupera el control; ahora el Parlamento debería permitir que el Brexit se concrete este sábado" dijo Johnson el jueves. Downing Street considera que esta votación es la última oportunidad de conseguir la salida de Reino Unido de la UE de forma ordenada el 31 de octubre. "Ha sido un camino largo, doloroso y divisivo, y ahora es el momento, como país, de caminar juntos. Ahora es el momento para nuestros parlamentarios de caminar juntos y hacer el Brexit posible", remarcó el primer ministro.

De momento, y al haber perdido la mayoría con la que contaba, Johnson solo puede esperar el apoyo de los 259 'tories'. Además, sin los 10 votos del DUP, el primer ministro necesitará que los diputados del Partido Laborista que apoyan el Brexit respalden su acuerdo, saltándose la disciplina de voto impuesta por Jeremy Corbyn, y que lo hagan también los 21 parlamentarios que expulsó del Partido Conservador hace un mes por votar a favor de la 'Ley Benn' (que impide un Brexit duro y obliga al Gobierno británico pedir una nueva prórroga a la UE si para este sábado no hay acuerdo) y los 28 euroescépticos del llamado grupo ERG, por lo que la situación se plantea más que complicada.

Mucho más que para Theresa May, cuyo Acuerdo de Retirada fue rechazado hasta en tres ocasiones por márgenes de entre 58 y 230 votos, y eso que tenía mayoría en Westminster. Las oportunidades del primer ministro ahora son menores, si cabe, y en cualquier caso, habrá una votación "reñida", dicen los expertos de Danske Bank. Aunque en CMC Markets creen que hay "murmullos de esperanza" porque "si algo nos han enseñado los últimos tres años es que todo es posible". De hecho, si al final la votación se salda con un empate, entonces será el presidente del parlamento, el 'speaker' John Bercow, quien tendrá el voto decisivo.

¿Y SI NO HAY VOTACIÓN?

Aunque todavía podría haber un giro de guión, porque una enmienda de última hora podría impedir la votación. La idea es suspender la votación con el objetivo de ganar tiempo para estudiar el acuerdo al detalle y, mientras tanto, instar al Gobierno británico a presentar el proyecto de ley del Brexit completo, algo necesario para completar el proceso, advirtiendo de que el Parlamento "no ratificará el pacto hasta que la ley no se apruebe". Eso obligaría al 'premier' a pedir una prórroga a la UE, que no tiene por qué ser de tres meses, sino del tiempo necesario para que la Cámara de los Comunes tramite este proyecto sin prisas.

Lo que está claro es que el tiempo apremia y el plazo se agota en menos de dos semanas, por lo que este sábado tendrá que dirimirse si se aprueba o no el acuerdo, o si Reino Unido pide una nueva prórroga. La UE ha dicho que este será el último acuerdo, pero lo cierto es que anteriormente ya ha mostrado posturas tajantes que ha acabado por mover. En cualquier caso, una prórroga deberá tener un propósito, que pueden ser unas elecciones o un nuevo referéndum, por lo que las posibilidades siguen aún abiertas.

Tanto que en CMC Markets afirman que "pase lo que pase, es poco probable que sea el final de esta saga". Si se aprueba el acuerdo, Londres y Bruselas podrán pasar a la 'fase 2' del Brexit, que consiste en negociar la nueva relación durante el próximo período de transición de 14 meses, con la opción de ampliar la transición hasta 2022. Pero si no se aprueba, los analistas auguran una crisis política sin precedentes que, sin duda, afectará a los mercados.

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