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Por qué los planes de cuotas Ahora 12 y Ahora 18 son un arma de doble filo para la economista Victoria Giarrizzo

La economista de extensa trayectoria, que está a punto de lanzar un nuevo libro, habló de todo. Cómo se sale de la crisis y los consejos para Alberto
12/07/2020 - 08:37hs
Por qué los planes de cuotas Ahora 12 y Ahora 18 son un arma de doble filo para la economista Victoria Giarrizzo

Victoria Giarrizzo es economista, docente e investigadora de la UBA. Directora de Movida Argentina ONG, CERX y autora de "Atrápame si puedes: el secreto de la inflación argentina", ahora está por lanzar su nuevo libro "Alberto, tenemos un problema" donde intenta ver la luz al final de camino en otra hecatombe argentina.

"Sabemos que esta crisis no es nueva, viene de lejos, y la cuarentena terminó de explotarla. Un dato: desde la democracia hasta ahora, de 7 gobiernos, 4 nos dejaron con recesiones. La palabra crisis la tenemos grabada a fuego. Nacimos en crisis, crecimos en crisis y si no cambiamos, vamos a morir en una crisis. Nos resistimos a eso. Porque no es verdad que el pasado nos defina, y la experiencia de muchos países que con nada hicieron todo nos demuestra que desde el fondo y sin recursos podemos volvernos fuertes", dice la economista que fue Jefa del Departamento de Publicaciones Económicas en el Banco Central (BCRA) y ex directora ejecutiva de Elypsis

El siguiente es un resumen del extenso diálogo que mantuvo con iProfesional sobre cómo saldrá la Argentina de esta crisis. 

-La economía venía muy golpeada de los últimos dos años y ahora fue la estocada final. ¿Las políticas activas que se están tomando son insuficientes? ¿Se podía hacer más de lo que se está haciendo?

-Sí, porque prevalece un enfoque que está invertido. Se está poniendo todo el esfuerzo en ayudar a sostener el ingreso familiar. Hasta ahí muy bien, sino fuera porque se descuida al sector productivo, que son las que van a hacer sostenible una mejora en el ingreso a futuro sin la ayuda del Estado. Miles de empresas que son el ingreso familiar están cerrando. Se las apoya con ATP, que para las esenciales puede alcanzar pero para el resto no, incluso muchas lo usan para cubrir semi despidos. O sea, el empleado cobra ATP mientras tanto y después lo mas seguro es que no vuelva a trabajar porque la empresa no existirá. Se dan créditos a tasa cero, que se los usa para gastos del día a día de la familia, porque se acredita en la tarjeta o créditos al 24% que es carísimo para la rentabilidad de la empresa.

Lo que tenés que hacer son dos programas simultáneos: uno de reducción de costos para prolongar la supervivencia de todas la empresas y otro de reactivación. Si hablamos de reactivación, empecemos por una obra pública muy agresiva porque derrama a otras cadenas productivas y genera mucho empleo en los sectores que hoy están viviendo del apoyo del Estado. Obra publica dirigida a mejorar las condiciones sanitarias de los hogares, a mejorar el estado de los caminos, a mejorar el sistema de salud, a mejorar las escuelas aprovechando el receso. Tendría que haber ya cuadrillas en las calles con esto. La ventaja es que son políticas no inflacionarias porque su reactivación no demanda dólares y es una forma de dar ingresos y empleo a la vez. Hoy toda esa gente está parada en su casa.

-Mientras que el mundo se debate cómo será la salida de la crisis, si en V, W, L u otra. ¿Cómo imaginas la salida de la crisis para la Argentina?

-Si Argentina sale a buscar el crecimiento, me la imagino en V. Si pretendemos salir de la crisis por inercia o con los programas de siempre, imagino una L bien larga. Si el Gobierno no le baja costos a las empresas es inviable el sistema productivo, porque la gente endeudada, sin ingresos, con menos empleo, el mundo más pobre, no va a salir corriendo a consumir y reactivar la economía. Tampoco es momento de salir con Ahora 12 o Ahora 18, porque vas a fogonear precios con el costo financiero de esos programas y endeudar mas a los hogares. ¿Qué haces entonces? Invertí en bajar costos logístico. Subsidiale el transporte a los nuevos exportadores. Sacale las retenciones a productos industriales.

Regulá las tasas de los bancos, y si no podés con los bancos privados, usá los bancos públicos. Y sobre todo, poné una reforma tributaria rápida. Simplificá impuestos, elimina los más distorsivos, hacé menos regresivo el sistema, organizá los impuestos al trabajo. Pensamos que todo eso lleva mucho tiempo pero eso lo hacés de un día al otro, porque hay muchísimas propuestas ya listas y los contadores de argentina tienen un hábito increíble para adecuarse al instante a las nuevas normativas. Digitalizá todos los trámites burrocráticos para bajar los costos administrarivo y eliminás así los procesos de coimas y sobornos. Lo que está claro, es que si no le bajas costos a las empresas, ¿cómo van a ser rentables en un esquema donde el consumo se va mantener bajo por bastante tiempo y las exportaciones no van a repuntar? El Estado no tiene recursos para subsidiar eternamente a todos.

Muchas Pymes están cerrando por la cuarentena y eso no está en el radar del Gobierno
Muchas Pymes están cerrando por la cuarentena y eso no está en el radar del Gobierno
 

Subsistencia de las empresas

-La situación de las empresas, particularmente las Pymes, es terminal en algunos casos. ¿Cómo hace el empresario para subsistir en medio de la facturación cero por la cuarentena?

-Además de terminal es muy desigual. Hay Pymes que venden todo su capital de trabajo a precios de remate porque necesitan sobrevivir y no pueden con sus costos, y oportunistas que compran a precio de remante ese capital. Y eso no puede pasar, porque nos lleva a una economía mucho mas concentrada. Hay empresas que no está claro cómo van a reiniciarse cuando todo esto termine si remataron lo que tenían. Ahora sí, miremos cómo subsisiten las "sin ventas": vendiendo sus instalaciones, pero eso tiene un punto final, vendiendo otros activos o quemando ahorros. No nos olvidemos que la Pyme en general tenía fondos de reservas porque está acostumbrada a financiarse con sus propios recursos, y no con el banco.

En una encuesta que hicimos el año pasado entre 500 Pymes encontramos que el 40% de ellas tenían activos para inyectar en su empresa invertidos en plazos fijos, bonos, dólares o efectivo. No lo ponían en la empresa por temor a invertir, porque esas inversiones le rendían más o porque lo mantenían como fondo de reserva. El que sobrevive sin abrir y también el que abre y vende poco, está quemando ese fondo, pero se va acabando. Además muchas Pymes tiraron cheques a proveedores, y todavía les están diciendo "no los cobres porque no tengo fondos en la cuenta". Esa rueda ya se cortó. Esos cheques no aparecen rebotados en el BCRA porque los empresarios que los recibieron los tienen acumulados, pero el BCRA va a tener que monetizarlos en algun momento porque es una gran bola que está afectando la cadena de pagos hacia atrás y va a provocar desabastecimieno.

-¿El gobierno debería ya tener un plan post crisis para darle incentivos a las empresas pensando hacia adelante?

-Acá hay dos planes necesarios. Uno es el de emergencia para resolver las distorsiones del día a día como es el caso de los cheques, el ATP o el IFE. Y otro es un plan post crisis, que incluya un plan anti-inflacionario para despejar incertidumbre. Por ejemplo salir a incentivar a las empreas que se están yendo para retenerlas, porque no solo echan gente sino que lo que dejan de producir acá lo vamos a tener que importar. También, incentivar sectores que generan altos déficit de divisas, como es el de autopartes o la industria de bienes de capital. Argentina no puede producir todo, ni tiene que hacerlo, pero con sus niveles de dolarización tiene que pensar diferente al mundo.

Sustituir importaciones no en cualquier lado, sino en aquellos más demandantes de importaciones. Nos dicen por ejemplo: todos los países ensamblan. Y es cierto, pero ninguno con las necesidades de dólares nuestras. El sector turismo es otro para apoyar porque es el que más tarde se va a recuperar. Ahí el gobierno tiene un plan para inyectar $4.500 millones, pero nuevamente es preferible subsidiar menos y bajar los costos. El subsidio tiene efecto una vez, la reducción de costos te hace más competitiva la empresa permanentemente.

-La economía argentina no suele ser muy flexible en términos laborales, y por la crisis seguramente habrá más desempleo y por ende, más pobreza. ¿Cómo se pueden atacar esos dos grandes temas?

-La pandemia dejó a la vista el gravisimo problema de informalidad que tenés. Hacé un blanqueo laboral, eximí de impuestos al trabajo por un tiempo si total las empresas ya no lo están pagando, incubá emprendimimientos con perfil exportador, de sustitución de importaciones o supervivencia. Eliminá el poder de los sindicatos, es el mejor momento para hacerlo. Y una discusión para poner en la mesa es la del ingreso mínimo, que es diferente al ingreso universal y permitiría ordenar todos los subsidios que hay vigentes, además de llevar un mejor control de la situación socioeconómica de cada hogar, porque centralizás la información.

Alberto Fernández tiene que empezar a pensar políticas para la post crisis que ayude a la producción
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Familias endeudadas y empresas en quiebra

-¿Y qué pasa con el consumo? Hay países donde por la clara propensión a no gastar, sea por falta de recursos o precautoria, están fomentando que la gente vuelva gastar para ayudar a la reactivación. ¿Hay chances de que se produzca algo así en Argentina?

-Lo primero que va a hacer la gente cuando empiece a moverse la rueda es cancelar deudas, hoy el 80% de las familias debe algo más que al banco. También está la deuda que prorrateó con la tarjeta de crédito para adelante que en unos meses tendrá que empezar a pagar. Para que ruede el consumo tenés que recuperar ingresos, de lo contrario será una recuperación con fecha de vencimiento porque el financiamiento en Argentina es caro. Y programas como el Ahora 18 son muy contraproducentes.

¿Le estás diciendo a la gente que salga a comprar cuando no tiene trabajo ni ingresos? Esta gente debe alimentarse bien y lo poco que le queda volcarlo a la educación de sus hijos, a salud, a sostener protocolos de higiene, y a las cosas primordiales porque el ingreso no sobra. Entonces volvemos al punto inicial: la única forma de activar esa rueda es que reabran empresas, nazcan nueva, las que están generen trabajo y así las familias aumenten su masa de ingresos para volver a consumir como antes. Eso lo logras bajando costos y activando desde el Estado sectores como los que mencionaba: educación, salud, construcción, ciencia y técnica, innovaciones. Argentina está entre los países del mundo que menos gastan en I&D, duplicá ese gasto en innovaciones vinculadas a salud y tecnología para digitalizar la burocracia o sectores que generan déficits de divisas. No es poner plata en financiar cualquier proyecto.

-¿Cuáles van a ser las principales "herencias" de esta pandemia para la economía argentina que el Gobierno va a tener que atacar en el futuro?

-Esa pandemia te dejó a la luz la situación de vulrabilidad desde la clase media alta hacia abajo. En las clases medias se notó la falta de ahorro, en las clases bajas la informalidad y la fragilidad del salario, además de los gravísimos problemas sanitarios. Pero lo que vimos, es que todo eso no es neutro para las clases altas y para el sector productivo. Este tipo de shock nos deja una moraleja: si hay tantos actores desprotegidos en una sociedad, frente a cualquier evento inesperado, como puede ser un suceso climático, una transición fuerte hacia una economía verde, o una pandemia, sufren todos, hasta las clases más favorecidas.

Entonces buscar el desarrollo social es tan importante como buscar el desarrollo económico. El camino es usar bien los pocos recursos que tiene el Estado y crear riqueza para dejar de distribuir pobreza. Pero la riqueza la creas produciendo y a veces nos olvidamos de eso. Que el sector empresario no es el enemigo sino un socio, el principal socio, que si se va, no nos queda nada. Para dejar una luz de esperanza en todo esto: que la el Gobierno se haya sentado con Rodríguez Larreta a unificar criterios es una muy buena señal institucional, y lo mismo debería hacer para encontrar una visión compartida de un programa post crisis.