¡En el país de las ocurrencias!

No es la primera ocasión que el diputado de Morena, Alfonso Ramírez Cuéllar, inicia la discusión para que se realice una “aportación solidaria” única, pero obligatoria, de entre 2% y 3.5% sobre el monto total de patrimonios declarados superiores a 20 millones de pesos, para acumular entre 0.7% y el 1% del PIB (por cierto, este jueves, el Inegi, de Julio Santaella, confirma la contracción económica en torno a 8.5% del PIB en 2020), dizque para fondear las consecuencias de la pandemia.

¡Un impuesto único al patrimonio! La ocurrencia cobró forma con la visita del presidente de Argentina, Alberto Fernández, a su homólogo, López Obrador. En ese país comenzó el “cobro” del impuesto a cerca de 12 mil personas, a quienes se les señaló como los ricos ricos de Argentina.

Tener un patrimonio de 1 millón de dólares (el equivalente en pesos propuesto), hasta el 2018, era considerado una fortuna. A partir del año pasado, las firmas de inversión globales han aumentado dicho monto a 2.5 millones de dólares, para ser considerado hombre o mujer de fortuna.

Es cierto que pueden ser muy pocos los muy ricos y, políticamente hablando, puede resultar indefendible, en estas épocas de crisis, la profundización de la desigualdad y precariedad laboral, el que se diga que un cobro de esa naturaleza puede ser ineficiente desde el punto de vista fiscal, pero sí podría resultar contraria al objetivo de recaudación que ha fijado la jefa del SAT, Raquel Buenrostro, de grandes contribuyentes (supongo que serán no sólo empresas, sino las personas físicas detrás de ellas).

En México, en los últimos dos años, se ha dado un proceso progresivo de migración de patrimonios hacia activos en dólares, y no debiera sorprender a Ramírez Cuéllar el que la sola intención del cobro acelere el fenómeno migratorio, pero no sólo de personas, sino de empresas, lo que puede resultar en un balazo en el pie.

Como dice Buenrostro: “Hay muchas áreas de oportunidad” para aumentar la recaudación y podrían empezar por el huachicol fiscal o la importación de autos usados, que ya reencontró la ventana de oportunidad en varias aduanas de Sonora y Baja California.

DE FONDOS A FONDO

#HSBC… En noviembre pasado, Noel Quinn, CEO de HSBC Plc, dio a conocer que el exCEO de HSBC México, Nuno Matos, se convertiría en el CEO de la Banca de Consumo (ellos le llaman Wealth and Personal Banking), luego de haberse encargado de HSBC Europa y del HSBC Bank Plc, también dedicado al negocio del retail y banca de personas.

La noticia es que Nuno asumió su nuevo puesto, el que estaba sujeto a aprobaciones regulatorias y, justo este lunes, con la presentación de resultados del grupo, le reportará directamente a Noel Quinn.

#Infonavit… Para el 16 de abril, el equipo hacendario, que encabeza Arturo Herrera, tendrá lista la reglamentación de la nueva Ley del Infonavit, que permitirá un gran cambio para el mercado de vivienda nueva y usada en México, al permitirse la extensión de créditos para mejoras o hipotecas nuevas a quienes no mantengan una relación de trabajo formal y permanente, pero sí una cuenta de vivienda en el instituto, o a quienes, por lo cíclico de su actividad (agricultores, pescadores, trabajadores de la construcción), pese a ser contribuyentes, han sido excluidos del mercado de hipotecas formal.

El año pasado, pese a la pandemia, el Infonavit, que dirige Carlos Martínez, colocó 470 mil créditos (entre nuevo financiamiento y acciones de vivienda) por poco más de 213 mil millones de pesos, cerca del 0.8% del PIB, lo que da cuenta de que, en un mercado en recesión, es una entidad de fomento económico fundamental para la recuperación.

Y de los programas de “respiro financiero” durante la pandemia, de los 450 mil acreditados que se acogieron a la extensión de pagos, más del 91% ha regresado a pagar en enero, por lo que el instituto está registrando el mejor flujo de pagos para un mes de enero, que usualmente es más bajo, y su cartera vencida se coloca en el promedio global.