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      Las empresas en busca de los pequeños inversores

      Los pequeños capitales se están convirtiendo en una fuerza dentro del mercado bursátil y los ejecutivos de empresas comienzan a advertirlo.

      Las empresas en busca de los pequeños inversores¿Bolsa para los chicos? Los pequeños inversores se posicionaron como el nuevo objetivo de las empresas que buscan capital. El inversor individual es más paciente y no busca sólo la ganancia rápida.
      Redacción Clarín

      Matt Phillips

      New York Times

      Después que CarParts.com informó sus resultados trimestrales el mes pasado, los ejecutivos de la compañía, que vende autopartes de repuesto, hicieron lo que hacen muchos colegas: realizaron una videoconferencia con analistas de Wall Street, en que respondieron preguntas sobre niveles de existencias, márgenes de ganancias y estrategia corporativa.

      Unos 30 minutos más tarde, los mismos ejecutivos estaban en Clubhouse, como anfitriones de un público completamente distinto. Sus 2.000 o más invitados se habían reunido en el punto de encuentro online que está en boca de todos para tener información sobre la compañía. Sus preguntas fueron mucho más directas. ¿Cómo funcionó el negocio? ¿Por qué CarParts.com pudo ofrecer precios más bajos que sus rivales ‘de ladrillos y cemento’? ¿Fue conveniente comprar acciones de CarParts.com?

      David Meniane, director financiero y operativo de CarParts.com, consideró a la sesión como un experimento. “Estamos intentando modificar la manera en que la gente repara su auto”, dijo. “¿Tenemos una manera de modificar el modo en que los inversores minoristas se comunican con las gerencias?” En momentos en que las tenencias accionarias de los hogares estadounidenses se dispararon a un nivel récord durante el año pasado, docenas de compañías de repente prestan más atención a inversores individuales. Algunas, como CarParts.com, están tratando de transformar a los nuevos traders de ‘meme stocks’ (valores bursátiles, generalmente de una marca o empresa reconocible por la cultura popular pero ya venida a menos (Nokia, Kodak…) que se adquieren de forma irónica y/o como protesta social) en fieles accionistas. Y algunas de esas firmas de meme stock como GameStop, están emitiendo nuevos papeles.

      “Ha vuelto el inversor individual”, dijo Laurence Cunningham, profesor en la Facultad de Derecho de la Universidad George Washington, que estudia el gobierno corporativo y lleva adelante un proyecto de investigación que analiza el comportamiento de los accionistas individuales. “Las empresas deberían prestarles atención y fomentar el vínculo con ellos”.

      Los pequeños inversores que compran acciones individuales no han representado mayormente una fuerza importante dentro de los mercados financieros en medio siglo. En los años 60, esos inversores controlaban más del 85% del mercado bursátil, con la mayoría de las carteras armadas alrededor de tenencias concentradas en unas pocas compañías de primer nivel.

      Pero en los 80 y 90, cuando las personas volcaron su dinero a fondos de inversión y planes de retiro 401 (k), los grandes administradores de fondos y los analistas de Wall Street se convirtieron en el elemento constitutivo más importante para los Estados Unidos corporativos. Según SIFMA (Asociación de la Industria de Valores y los Mercados Financieros), en 2018 los inversores individuales tenían apenas el 38% del mercado bursátil en participaciones directas.

      Esos inversores fueron creciendo en influencia antes de la pandemia, en parte por la popularidad de las apps de negociación bursátil libre como Robinhood, que introdujo en la compra y venta de acciones características de juego. Y firmas como Tesla hace mucho que cuentan con una base fuerte y leal de inversionistas que siguen los tuits de su fundador Elon Musk.

      Pero con millones de estadounidenses encerrados en sus casas durante la pandemia, la tendencia hacia el trading escaló. Según la Reserva Federal, los hogares estadounidenses compraron cerca de US$211.000 millones en acciones individuales el año pasado, el nivel más alto desde 2014.

      “El trading minorista hoy representa casi el mismo volumen que la suma de los fondos de inversión y los fondos especulativos”, dijo Amelia Garnett, ejecutiva de la división de Mercados Globales de Goldman Sachs.

      Es imposible determinar por cuánto tiempo los estadounidenses mantendrán ese interés en el mercado, que surgió con la pandemia. El volumen diario promedio de operaciones en algunas grandes firmas de corredores de bolsa bajó fuertemente de su pico de enero, y a medida que continúan las vacunaciones y la economía se reabre, los estadounidenses, otra vez con más libertad de movimiento, posiblemente estén menos interesados en adquirir acciones. Pero las empresas, ahora conscientes del poder de los inversores individuales, están aprovechando el momento y encontrando nuevos modos de captar su atención.

      “Esto ha obligado a las empresas a entender la importancia de los inversores minoristas”, dijo Zach Hascoe, cofundador de Say Technologies, una startup de Nueva York que vende servicios de comunicaciones entre accionistas y empresas y firmas de corretaje. “Las compañías ven la oportunidad de sacar provecho de la lealtad de los accionistas, de esa pasión”.

      Say Technologies ofrece una plataforma de tipo red social que permite que las empresas contesten preguntas de accionistas individuales verificados en eventos corporativos clave. Los inversores pueden formular sus preguntas en un panel de mensajes de Say, que luego es votado, como en Reddit, por otros participantes.

      Tesla, que desde hace mucho evita las comunicaciones tradicionales con Wall Street, es quizás el usuario más conocido del servicio. Ark Investment Management, - la exitosa firma de gestión de activos tecnológicos dirigida por la inversora Cathie Wood - y Palantir Technologies, otra favorita entre los inversionistas individuales, también la han utilizado.

      Before Lemonade, una empresa que vende seguros a consumidores online, salió a bolsa en julio, hizo un recorrido tradicional en Wall Street, con encuentros con grandes inversores y charlas sobre sus perspectivas. Sin embargo, la compañía descubrió desde entonces que más de la mitad de sus acciones están en manos de pequeños inversores, más allá de la gente de la firma que posee acciones, dijo Daniel Schreiber, su CEO.

      Eso propició un ajuste en la estrategia. Además de dedicar tiempo a comunicarse con analistas cuyas recomendaciones de ‘comprar’ o ‘vender’ acciones pueden mover el precio, Schreiber dijo que se ocupó de hacer entrevistas en podcasts, sitios web y programas de YouTube populares entre los inversores minoristas.

      “Creo que son, hoy por hoy, mucho más influyentes y tienen muchos más seguidores en términos de poder de compra o venta de acciones que el poderoso Goldman Sachs”, opinó Schreiber. “Y lo hemos comprobado con nuestros propios papeles”.

      La investigación académica sugiere que, a largo plazo, para una empresa puede resultar una ventaja competitiva contar con una base paciente de inversores que entienden y confían en su estrategia. Un cimiento tan sólido hace posible que los ejecutivos se concentren en objetivos estratégicos de largo plazo en vez de cumplir con las métricas de corto plazo que suelen dictaminar los analistas de Wall Street, señaló Cunningham.

      El caso de Amazon

      El precio de su acción siguió subiendo año tras año, pese a sus ganancias escasas e impredecibles y al escepticismo generalizado por parte de Wall Street. Los accionistas individuales tenedores de papeles de compañía creyeron en la visión de su fundador, Jeff Bezos, y no vieron ningún problema en que Amazon volcase sus enormes flujos de caja en sí misma en lugar de pagar dividendos. Muchos de esos accionistas hoy están felices: quien compró US$1.000 en acciones de Amazon a comienzos de 2000 hoy tiene más de US$43.000.

      Las acciones de Tesla, también, explotaron en los últimos años, una victoria para su base de fieles seguidores, que creyeron en las perspectivas de la empresa a pesar de los años de pérdidas. En el último lustro, las acciones de Tesla ganaron más de 1.300%, generando una riqueza del mercado del orden de US$640.000 millones.

      Mientras que algunas empresas quieren la lealtad de los pequeños accionistas, otras quieren su dinero. Varias de ellas cuyas acciones subieron durante el boom de enero de las ‘meme stocks’ aprovecharon la demanda para emitir nuevos papeles, convirtiendo el entusiasmo por el trading en efectivo real para la compañía. (Las acciones previamente emitidas que se compran y venden en el mercado abierto no generan dinero nuevo para las empresas).

      La semana pasada, GameStop anunció que venderá 3,5 millones de nuevas acciones, lo que le permitiría a la empresa recaudar al menos un poco del efectivo que los traders volcaron a sus papeles. El dinero - alrededor de US$500 millones a precios corrientes – sería utilizado para ayudar a solventar los esfuerzos de la cadena con vistas a un modelo de negocios digital.

      Plug Power, fabricante de pilas de combustible de hidrógeno, hizo una maniobra similar a fines de enero. Favorita entre los nuevos traders que hicieron que el precio de su acción subiera un 400% en tres meses, esta compañía embolsó más de US$2.000 millones vendiendo nuevas acciones. AMC Entertainment, la cadena de cines muy popular entre los pequeños traders, también recaudó unos US$917 millones en enero, incluyendo alrededor de US$500 millones a través de la venta de nuevas acciones.

      Algunos ejecutivos de empresas incluso están cobrando personalmente por la venta de sus acciones. Los directivos de Koss, un pequeño fabricante de auriculares con sede en Milwaukee cuyas acciones son también buscadas por los inversores minoristas, vendieron una parte significativa de sus participaciones. En una semana, en febrero, los ejecutivos de la firma vendieron unos US$44 millones en acciones. Michael J. Koss, CEO e hijo del fundador, se desprendió de papeles valuados en más de US$13 millones.

      CarParts.com, la firma que utilizaba Clubhouse para conectarse con potenciales accionistas, seguirá buscando pequeños inversores, dijo Meniane, su director financiero. La iniciativa ya está informando el modo de pensar de la empresa sobre su producto y la historia que presenta a los inversores, agregó.

      “Paso mucho tiempo hablándoles a accionistas institucionales y muchos de ellos entienden el negocio, pero ellos también pasan mucho tiempo armando modelos financieros”, explicó Meniane. “Mientras que cuando les hablo a inversores minoristas, específicamente en Clubhouse, todo se trata del negocio subyacente. O sea, ellos tratan de entender lo que estamos haciendo”.


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