El Gobierno, a través del FROB, ha votado en contra de la nueva política de retribuciones de CaixaBank. El Gobierno controla el 16% de la financiera catalana tras su fusión con Bankia por lo que su rechazo no ha sido suficiente y se ha sacado adelante ese punto del orden del día.
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El Gobierno ya había mostrado en varias ocasiones su malestar por los altos sueltos de los banqueros en un momento en el que están realizando importantes ajustes de personal. De hecho, la vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, ha llegado a afirmar que "los salarios y bonus de los ejecutivos bancarios deben estar alineados con la evolución del sector y la economía en su conjunto".
El 'no' del Gobierno se produce en medio de las negociaciones con los sindicatos para acordar las condiciones del ERE que supondrá el despido de 7.791 trabajadores.
De hecho, el presidente de CaixaBank, José Ignacio Goirigolzarri, ha declarado durante la junta de accionistas de este viernes que esta "convencido" de que van a alcanzar acuerdos con los sindicatos.
"Soy consciente que son momentos delicados y que esta situación genera incertidumbre para las personas de nuestro equipo, por lo que debemos acotar el tiempo", ha añadido Goirigolzarri, que ha puesto en valor la fortaleza del equipo de CaixaBank.
