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Telecos

Los bonos de MásMóvil sufren ante la opa por Euskatel que pagará a crédito

El precio de la deuda cae a mínimos desde el pasado septiembre

MasMovil
Belén Trincado / Cinco Días

Los accionistas de Euskaltel están contentos, y los bonistas de MásMóvil, preocupados. Este es el resumen de lo que ocurre en el mercado después de la opa anunciada el 28 de marzo por la teleco que dirige Meinrad Spenger sobre la operadora vasca por 1.995 millones, a razón de 11,17 euros por acción. Los 800 millones en bonos lanzados por Cinven, KKR y Providence sufren: su precio ha pasado de un máximo cercano al 106% del nominal a situarse en el 101,5%, mínimos desde el 29 de septiembre, su segundo día de cotización.

Los inversores comienzan a mirar con cierto recelo la deuda de MásMóvil, que se propone pagar con créditos el 100% de la oferta por su rival. Moody’s se ha puesto en guardia, al situar en revisión la nota de la cuarta operadora española, situada ya en un nivel especulativo de B1, cuatro escalones por debajo del venerado umbral de grado de inversión, Baa3, en la nomenclatura de esta firma.

MásMóvil tiene en balance un préstamo B (term loan B o TLB, en la jerga) por 2.200 millones de euros y bonos por 800 millones, con tipos de interés entre el 4% y el 4,25% y vencimientos en 2027. La cotización de los bonos se ha visto afectada después de que se anunciara la propuesta: su precio, tras marcar un récord en el 105,8% del nominal en febrero, se sitúa ahora por debajo del 102% (véase gráfico).

Euskaltel, entretanto, cotiza muy cerca del precio de la opa –ayer cerró a 11,08 euros– lanzada por encima de los 9,5 a los que salió a Bolsa. Su puesta de largo en el mercado se remonta al 1 de julio de 2015.

El comprador refinanciará unos 1.500 millones de deuda de la operadora vasca

La opa está en proceso de aprobación por parte de la CNMV, que comenzó a tramitarla el pasado 20 de abril. MásMóvil, que se ha asegurado que dueños del 52,32% del capital de Euskaltel – Zegona, Kutxabank y Corporación Alba– acudan, cuenta con los apoyos de BNP Paribas, Goldman ­Sachs, Barclays, Banco Santander y Deutsche Bank, que se ocuparán en un principio de financiar la compra. Las tres primeras entidades han actuado además como asesores financieros de MásMóvil.

El objetivo de la operadora controlada por los fondos de capital riesgo es ampliar o reemplazar el préstamo B ya existente así como realizar nuevas emisiones de bonos. Además de los casi 2.000 millones de euros de deuda nueva que asumirá para pagar la opa, incorporará también los alrededor de 1.500 millones de euros de pasivo de Euskaltel.

MásMóvil deberá también refinanciar el pasivo que heredará de su rival para alinearlo con sus vencimientos. Euskaltel paga menos por su deuda, alrededor de un 2,6%, pero su vida media es de solo 3,6 años.

Las buenas noticias están en que la compañía combinada generará un ebitda claramente superior a los 1.000 millones de euros. Si bien, la ratio de apalancamiento no solo se reducirá por la buena marcha del negocio y por las eventuales sinergias a golpe de ahorros de costes. Euskaltel lanzó un proceso para buscar un socio que adquiriese el 49% de su red de fibra. Lazard era el coordinador del proceso, que valoraba la red de fibra en unos 1.000 millones.

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