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Telecomunicaciones

La CNMC permite a Adif alquilar su infraestructura a las telecos para desplegar fibra

El supervisor descarta un conflicto con Red Eléctrica; el gestor de la red ferroviaria tiene la opción de una vía de ingresos extra

María Luisa Domínguez, presidenta de Adif, y Cani Fernández, presidenta de la CNMC.
María Luisa Domínguez, presidenta de Adif, y Cani Fernández, presidenta de la CNMC.

La fibra óptica es un activo muy agitado en los últimos tiempos. El administrador de las infraestructuras ferroviarias españolas, Adif, ya cuenta con una red de este tipo, con 16.000 kilómetros que se extienden a lo largo del tendido ferroviario y que enlaza las principales capitales españolas. En 2014 cedió a Red Eléctrica la explotación de esa fibra por unos 65 millones al año. Pero la CNMC abre una nueva área de negocio para Adif, al sentenciar que puede permitir a otras telecos desplegar sus redes de fibra en sus instalaciones. Es decir, tiene la opción de alquilarles su infraestructura y abrir así una vía de ingresos adicional.

La CNMC está en plena elaboración de las directrices definitivas en los conflictos por el acceso a infraestructuras físicas susceptibles de alojar redes electrónicas de alta velocidad. Su objetivo es esclarecer las fórmulas de acceso a zonas susceptibles de alojar fibra óptica. Pero, respecto a Adif, ya se ha pronunciado de forma inequívoca.

El organismo que preside Cani Fernández así lo indica en un documento: “La provisión de un servicio de acceso a la red de fibra oscura por parte de un tercero, Reintel [la filial de fibra óptica de Red Eléctrica], no puede considerarse una alternativa viable al acceso a la infraestructura física que el propio sujeto obligado (Adif) ha de poner a disposición de los operadores de comunicaciones electrónicas”.

La CNMC diferencia entre el acceso a la infraestructura física de Adif –en esencia, el tendido ferroviario– y el acceso a la red de fibra oscura que comercializa Reintel. Así, concluye que un operador alternativo “puede estar interesado –si el despliegue resulta viable– en proceder al tendido de sus propias redes de comunicaciones electrónicas de alta velocidad”.

Adif, ante la petición de una teleco (Del-Internet) para desplegar red en su infraestructura, adujo ante la CNMC que Reintel era la firma que comercializa de forma exclusiva la red de alta velocidad que le sobra Hay una parte que necesita para operar el sistema ferroviario. Así, el supervisor ha abierto la puerta a que Adif saque partido de la situación. A finales del año pasado, el organismo dependiente del Ministerio de Transportes anunció que Reintel mantendrá los derechos de uso y gestión sobre 16.000 kilómetros de fibra de Adif que opera desde 2014 –el acuerdo se firmó por 20 años–, pero con ciertas modificaciones.

Contrato

El contrato de hace siete años concedía la explotación de la fibra ya desplegada por Adif y también de la que fuera instalando en el futuro. Este último punto es el que se ha cambiado, de manera que ahora Adif tiene libertad para hacer y deshacer con la fibra que ella misma vaya instalando.

En diciembre de 2020, la empresa que ahora preside María Luisa Domínguez anunció que contactaría con el sector de las telecomunicaciones para determinar el aprovechamiento de este activo y analizar “posibles acuerdos comerciales”. El escenario más lógico es que vuelva a licitarse un contrato de cesión de uso como el que ganó Reintel.

Los posibles ingresos por alquilar la infraestructura para el despliegue de redes de otras telecos son otra cuestión. En cierto modo, sería similar a los acuerdos a los que Adif ha llegado con Ouigo e Ilsa –un consorcio formado por Trenitalia y Air Nostrum– para que sus trenes compitan con los de Renfe y empleen su infraestructura a cambio de un precio. En este caso, la teleco de turno tendrá que desplegar su fibra en las instalaciones propiedad de Adif y no empleará directamente su infraestructura disponible. La postura de la CNMC se conoce mientras se cocina la venta por parte de Red Eléctrica de una participación en Reintel inferior al 50%. La compañía que preside Belén Corredor ha contratado los servicios de UBS y de Barclays. Al mismo tiempo, EQT está vendiendo Adamo, y Telefónica ha abierto la puerta a un posible socio en su filial de fibra.

Las cuentas de la empresa pública

Adif registró unos ingresos de 550 millones de euros el año pasado, un 17,4% menos que en 2019, por la pandemia. En el resultado de explotación perdió 185,3 millones, mientras que, en cuanto al beneficio neto, registró unos números rojos de 193,4 millones, frente a los 82,9 del ejercicio anterior.

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