Netflix fue una de las empresas ganadoras durante el Covid-19, pero en estos momentos sus cifras de suscriptores y el precio de sus acciones se han desplomado. Veamos qué significa esto para el gigante del streaming y sus inversores.

Cuando Netflix comunicó que había perdido 200.000 suscriptores durante el primer trimestre de 2022, el precio de sus acciones se hundió casi un 40%. ¿A qué se puede deber este hecho?

En primer lugar, esta empresa norteamericana fue una de las principales beneficiadas por la pandemia del Covid-19, ya que el confinamiento obligaba a las personas a permanecer en sus casas. Sin embargo, a medida que las restricciones por la pandemia se relajaban y la gente volvía a sus vidas cotidianas, muchos consumidores han valorado su necesidad de pagar por estos servicios. En segundo lugar, el coste de la vida ha aumentado y esto se ha visto potenciado por la invasión rusa de Ucrania. Por tanto, es posible que esto induzca a los consumidores a recortar los gastos no esenciales. En tercer lugar, algunos medios de comunicación recientes han sugerido que los suscriptores de Netflix están descontentos con la cancelación de algunos de los programas de la compañía y con las recientes subidas de precios.

¿Puede Netflix recuperar el número de suscriptores?

La caída del número de usuarios, ¿es una parte natural del ciclo económico, especialmente en un periodo de aumento de la inflación y del coste de la vida, o se trata de algo más estructural? Hemos preguntado a algunos de nuestros expertos.

Michael White, Especialista Global del Sector de Consumo, dijo: "Históricamente, los periodos de crisis no han frenado el deseo de los consumidores de pagar por servicios de vídeo; en 2008, Comcast aumentó sus ingresos por servicios de televisión de pago en un 6%. Sin embargo, en el mundo del streaming estamos entrando en un territorio desconocido, ya que no hemos experimentado antes una reducción de los ingresos de los consumidores. Lo cierto es que Netflix aumentó sus ingresos en 2008, pero partiendo de una base muy baja, ya que era el único operador que existía en ese momento.

"Por un lado, los servicios de streaming son más propensos a la pérdida de clientes que la televisión de pago tradicional, dada la relativa facilidad para cancelar el servicio. Por otro lado, las épocas de dificultades económicas suelen inducir al cambio, haciendo que los consumidores se centren en lo que realmente les interesa. Por ello, quizás las dificultades a corto plazo de los servicios de streaming se conviertan en una mayor cuota de mercado frente a los servicios de televisión de pago tradicionales, que son más caros.

"Desde una perspectiva estructural, la ralentización del crecimiento de suscriptores también podría interpretarse como que Netflix ha alcanzado un techo en términos de penetración en el mercado. Estas preocupaciones pueden estar justificadas en mercados desarrollados como el de EE.UU., donde el alcance de Netflix es probablemente superior al 90% de los hogares con televisión de pago (si se incluye el uso compartido de contraseñas). Dicho esto, a nivel mundial, la oportunidad sigue siendo los 700-800 millones de hogares que actualmente pagan por el vídeo.

"En términos más positivos, el mercado potencialmente accesible podría ampliarse a más de mil millones si consideramos los hogares con banda ancha. Al fin y al cabo, se trata de un producto de Internet. Para contextualizar, Netflix informó recientemente de unos 220 millones de suscriptores".

¿Se ha convertido Netflix en una acción value?

Netflix forma parte de una serie de valores de rápido crecimiento cuya cotización ha contribuido en los últimos años a impulsar la rentabilidad de las acciones, sobre todo en Estados Unidos.

Hasta hace poco, los inversores estaban dispuestos a pagar precios cada vez más altos por empresas que parecían crecer rápidamente. Sin embargo, la caída de la trayectoria de Netflix ha hecho que su valoración disminuya, como muestra el siguiente gráfico.

Su relación precio/rentabilidad (precio actual de la acción dividido por las expectativas de beneficios en los próximos 12 meses) ha disminuido rápidamente desde principios de este año. Ahora no está muy por encima del PER del índice MSCI USA Value.

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Duncan Lamont, responsable de Investigación Estratégica de Schroders, dijo: "Este es un buen ejemplo que demuestra que "value" y "growth" son categorías dinámicas. Las empresas cambian de lado constantemente. Es una de las razones por las que las relaciones históricas entre el value y el growth y, factores como los tipos de interés o el ciclo económico, no son estables".

"A veces, el valuese ha inclinado más hacia los valores defensivos, que son capaces de resistir incluso en tiempos económicos más difíciles. En otras ocasiones, el sesgo es hacia los valores cíclicos, que tienden a ser más sensibles al entorno económico. Los mercados están en constante evolución".

Por tanto, ¿podría Netflix, u otros valores de growth, acabar despertando el interés de los inversores de las acciones value? Estos inversores buscan empresas con valoraciones baratas, normalmente múltiplos bajos de sus beneficios o activos, por razones que no se justifican a largo plazo.

Nick Kirrage, codirector del equipo Global Value de Schroders, afirma que "las áreas del mercado que tienen más posibilidades de perder valor son las que están más caras. En los 
últimos años, los valores más caros han sido algunos de los sectores disruptivos y de rápido crecimiento, como el tecnológico.

"Hay algunas empresas tecnológicas de gran calidad y llegará el momento en que los inversores valuetengan la oportunidad de comprarlas. Sólo es cuestión de tener paciencia.

"Existe la idea errónea de que los inversores value siempre buscan en sectores de baja calidad o poco interesantes del mercado. De hecho, sectores como el farmacéutico o el de productos básicos de consumo -que ahora se consideran por lo general de gran calidad, con balances sólidos y flujos de caja consistentes- han sido considerados en el pasado como sectores value.

"Del mismo modo, aunque los valores tecnológicos y de Internet han sido considerados como "de crecimiento" en los últimos años, no significa que esto vaya a ser siempre así".

La demanda de televisión de alta calidad continuará

Más allá de los debates sobre el growthy el value, o de la suerte de las empresas individuales, lo que sí parece seguro es que los hábitos de ver la televisión no van a cambiar.

Michael White dijo: "Hay dos cosas que sabemos con certeza. En primer lugar, el contenido es lo principal. Un estudio reciente de Kantar mostraba que, aunque las cancelaciones aumentaban, las suscripciones a Netflix y Amazon Prime Video se priorizaban sobre ofertas más incipientes y con menos contenido, como Discovery+ o Apple TV+.

"En segundo lugar, los consumidores siguen queriendo ver la televisión. Incluso excluyendo el atracón inducido por el Covid, el visionado de televisión tuvo una media de 5,3 horas diarias en Estados Unidos entre 2010-2019 con muy poca variación. Esto sugiere que la demanda de programas de televisión y películas de alta calidad seguirá viva durante mucho tiempo."